Este proyecto que representa 13 menstruaciones fue realizado a lo largo de Abril de 2011 y pertenece a Elizabeth Mía Chorubczyk (effýmia)

Extra !

RELATOS NO PREVISTOS SOBRE NUNCA SERÁS MUJER

01. Primera Menstruación
El 12 de Abril de 2010 cuando inicié el tratamiento de reasignación hormonal decidí tomar una foto que registrara mi cuerpo y mi rostro al momento de iniciarlo, para luego repetir la misma foto un año después en misma pose y poder comparar los cambios que son tan leves en el paso del tiempo.
Jamás hubiese imaginado que un año después en su lugar sacaría una foto representando ese mismo momento como una primera menstruación.

02. Mi menstruación de Mayo
Estaba convencida de hacer esta performance el 12 de abril en mi facultad con las personas que conocí exactamente un año atrás en la misma fecha. Lo iba a hacer de manera clandestina, puesto que pedir permiso implicaba que se me lo niegue o que se postergara a otra fecha, y si se hacía en mayo o más adelante debería representar más menstruaciones de las planeadas. La urgencia era hacerlo durante abril. Por suerte para mí, mis profesores - al tanto de mi proyecto - se comunicaron con el Decano Julio Flores quien al momento de saber un poco más qué había detrás de una simple extracción de sangre, enseguida se movió para realizarlo todo en fecha y hora. Al finalizar la performance habló sobre lo significativo de que sea posible hacer esto situándonos en el momento histórico. Yo estaba sorprendida, mis miedos siempre me dicen que hay cosas que aún en democracia no se pueden hacer, apoyos con los cuales no se pueden contar, iba a hacerlo clandestinamente por no tener fé en los demás, y de pronto me encontré con gente que sin pedirlo tenía fé en mí.
Una semana más tarde me encontré con uno de los presentes que no conocía y que vivió en carne propia la época de la dictadura. Me relató sobre lo impactante de que haya levantado la mano con mi menstruación para decir "Presente". Yo le expliqué que no estaba segura de hacerlo porque muchas cosas suelen herir susceptibilidades, pero que lo hice consciente de lo que significaba, la importante herida que tiene nuestro país respecto a poder dar el presente.

03. Mi menstruación de Junio
Siendo judía y sin renegar de mi religión quise ir a una iglesia a pedir perdón a las parejas de mi pasado por la razon de que las mismas no eran judías. Antes de beber mi sangre como se suele beber la sangre de Cristo pinté con la misma un Bindi (punto en la frente de la cultura hindú) y medité respecto a estas personas, en especial la última pareja: Agustín, a quien vi por última vez en Junio con ocasión de explicarle lo que me sucedía y para pedirle perdón. No lo volví a ver desde entonces.
Esta acción en la Iglesia la realicé a las 15:00 horas. A las 18:00 horas de ese mismo día, estaba caminando por la calle Florida - hora pico en microcentro. Llevaba una bolsa manchada por la presencia de una jeringa vaciada de sangre y la copa que utilicé para el ritual del perdón horas antes. Había muchisima gente y estaba esprando para cruzar una de las avenidas. El semáforo habilitó el cruce de los peatones, no sé de qué vereda había mas gente, pero en la vereda de enfrente entre los miles, exactamente en espejo hacia mí, estaba Agustín dispuesto a cruzar la calle. Cruzamos las miradas y tambien nuestros cuerpos. Seguimos nuestro rumbo y yo no podía creer que horas antes había invocado su nombre en una Iglesia. No soy creyente, siempre tuve dificultad para creer en Dios, pero sentí algo extraño, una fuerte señal, como si hubiera un orden en el universo. Di media vuelta y decidí buscarlo, se alegró de que fuese yo quien se dio vuelta. No sabía cómo explicarle que tres horas antes estaba tragando mi menstruación buscando su perdón.

04. Mi menstruación de Julio
Intenté comunicarme con el suplemento SOY del diario Página/12 donde originalmente iba a salir publicada mi foto en Julio del 2010. No logré una respuesta. Aún así no me desanimé.
Cuando fui a la farmacia a comprar los tampones estuve un tiempo largo decidiendo cuales llevarme. La gente, especialmente el guardia, parecían bastantes curiosos con que una mujer trans esté eligiendo por primera vez tampones. Empecé a sentirme algo avergonzada. Cuando fui a la caja pensé, "y bueno, ya que voy a llamar la atención voy a hacerlo por ser yo misma". Entonces compré una caja rosada de 20 tampones y varias maquinitas de afeitar azules. Farmacity, cada vez que realizas una compra, por cuestión de estudio de mercado, quien atiende la caja pone si la persona que compra es hombre o mujer. Lo hizo tan veloz que no me dio tiempo a ver su diagnóstico, pero me fui feliz con mis primeros tampones sintiendo gracia sobre cómo me definen aquellos a los que gracia les despierto.

05. Mi menstruación de Agosto
Las sucursales de OSDE tiene siempre un guardia de seguridad, y aunque mi acción no lo relaciono con algo delictivo ni al bandalismo - puesto que no destruye sino que denuncia - y la sangre se lava facilmente, de todas maneras para evitar altercados decidí ir un sábado cuando esté cerrado. En la sucursal donde me atendieron originalmente (Corrientes 2478) había un puesto de diarios que dificultaba filmar la acción, por lo que decidí ir a la sucursal de microcentro. Tal como lo imaginé no había guardia de seguridad, y la vereda era bastante amplia, pero para mi sorpresa al lado había una comisaría.
Hice la acción de manera tan desprolija que guardé las cosas en la mochila sin cuidado. Junto a quienes me acompañaban fuimos a un café cercano para y al sentarnos nos dimos cuenta que la jeringa perdió todo el camino dejando un obvio rastro de sangre. Con mi amiga fuimos al baño como dos delincuentes inexpertas a lavar torpemente la evidencia mientras nuestro cómplice era interrogado por la camarera que nos había ayudado a limpiar el suelo. Él dijo que era pintura. En un momento se cortó la luz, y nos pareció buen momento para darnos a la fuga.

06. Mi menstruación de Septiembre
La sangre al secarse sobre la piel suele cerrar los poros y hacer que la piel se estire de tal manera que incomode moverse. Al untarlo en mi rostro prácticamente no podía gesticular, y al momento de depilarme las axilas sentía el tirón también en mi cara.
Por otra parte, la cera con la cual me depilé estaba mezclada con mi menstruación, por lo tanto perdió bastante eficacia en cuanto a su cualidad de depilar. En consecuencia: la tira de cera no pudo quitarse de un sólo tirón y se me fue arrancada por partes haciendo que el dolor sea mayor y los resultados pobres.

07. Mi menstruación de Octubre
Me puse la misma ropa que utilicé para la Menstruación de Mayo.
Cuando inicié esta acción de rasguñarme los brazos con mis uñas ensangrentadas pensé que la misma terminaría con mi agotamiento o cuando dejase de tener sentido hacerlo, pero la acción terminó mucho antes cuando sentí que además de dolerme me ardía.
Tras lavarme mi amiga me dijo que no me limpié bien, le tuve que explicar que no era sangre lo que veía sino el rastro que dejé marcado en mi piel. El mismo no desapareció hasta la mañana siguiente.

08. Mi menstruación de Noviembre
Con la remera ensangrentada di vuelta la manzana en sentido contrario al tránsito para que no sólo los peatones me vieran. Recibí un bocinazo y varios comentarios de hombres tras el volante que no detenían su marcha. Como la cámara se quedó sin batería a mitad de la performance, dos amigos que iban a pocos pasos detrás de mí, se encargaron de ser testigos de lo que sucedió.
"La seguí a cautelosa distancia, como espectadora, sin intenciones de alterar el efecto en la vía pública ni aminorar la carga emocional de Elizabeth en su obra, debía caminar sola.
Congreso, día hábil, plena tarde. Muchos hombres de traje, estudiantes, cadetes apurados, señoras saliendo del café, y en la esquina un móvil de televisión transmitiendo en vivo un supuesto paro de una línea de colectivos. Effy desfiló y todos la miraron, todos. No hubo chofer de bondi, taxi, o remis que no le clavara los ojos en el cuerpo. Caminó con gracia, balanceando las caderas en su pasarela de vereda. Una señora que pasó por el costado exclamó contrariada “¿Qué es eso?”, mientras los hombres de los autos la miraron con lascivia profiriendo “cumplidos de todo calibre”. Elizabeth no perdió el ritmo, continuó su paso con la misma altura al doblar cada esquina. Era impactante ir metros detrás, mezclada entre la masa de transeúntes estudiando miradas por doquier. La gente, esa masa uniforme que pareciera no inmutarse por nada, la misma gente indiferente a los vendedores del subte o los cartoneros de la calle, no podía evitar aquella imagen.
La vi a Effy, nuevamente, tan expuesta al prójimo. Esquivando algunas personas con miradas asustadas, algunas otras con gesto de desaprobación y unas cuantas con la misma mirada asquerosa que tendría aquel médico que le separaba la blusa para dejar los pechos al descubierto, sin vergüenza ni permiso, sin culpa alguna."
Fragmento extraído del testimonio de La Lámpara.

09. Mi menstruación de Diciembre
Lo que relato en esta menstruación empezó en Diciembre, el hecho puntual pasó a mediados de Enero pero por cuestiones narrativas decidí intercambiarlo con lo que sucedió en Año Nuevo, y dejar para Enero el relato de Fin de año.

10. Mi menstruación de Enero
No sabía dónde realizar este círculo, primero pensé en hacerlo en la puerta de la casa de mis tíos pero me pareció una manera muy agresiva de comunicarme con ellos además de forzada e innecesaria. Con mis compañeros de la facultad improvisamos hacerlo en alguna vereda transitada. Como la peatonal Florida tiene los puestos de artesanos decidimos ir frente al Congreso.
Casualmente noté que detrás mío había una pequeña placa en referencia al SIDA entonces nos corrimos un poco porque me parecía una ofensa manipular sangre cerca de ello. Luego, cuando pinté el círculo y me senté, pensé en todas aquellas personas con HIV que fueron aislados y que actualmente sigue sucediendo inclusive por sus familiares, como cuando en las planillas de adopción te preguntan si aceptarías a un chico con esa enfermedad o alguna otra condición que la sociedad considera "problemática" o "especial". 
La discriminación es hija de la ignorancia.

11. Mi menstruación de Febrero
Las escaleras del subte donde dejé el rastro tal si fuese una perra en celo son las mismas escaleras que bajé aquella noche de febrero y sentí cómo un hombre que bajaba detrás mío me llamaba con chistidos tal si fuese su próxima mascota / adquisición. Odio cuando los hombres me llaman así, me dan ganas de ladrarles.

12. Mi menstruación de Marzo
Mis cabellos empezaron a gotear sangre. Arrastré los mismos contra la hoja y dejé que siguiera goteando. Estaban presentes una amiga y su pareja quien tomaba las fotos. Pasados los primeros minutos mi amiga empezó a pedir que me detenga. Yo no podía hablar, estaba muy concentrada en lo que me había sucedido en marzo y lo que me pasaba internamente respecto a cómo afecta mi proceso a mi fertilidad. Mi amiga empezó a elevar la voz, yo muy bajo le pedía que se callara. Empezó a gritar que me detenga, no aguantaba verme así. Tuve que responderle severamente que si no podía aguantarlo que se retirara. Se alejó y yo me quedé varios minutos más escurriendo mi pelo lo que le quedaba de sangre, mientras pensaba que ella, por razones distintas a las mías, también perdió su fertilidad junto a mí a lo largo de estos últimos 13 meses, y se volvió lo mismo que yo de manera distinta: una mujer que no puede quedar embarazada.

13. Última menstruación
La frase "Siempre soy mujer" escrita en un espejo y subrayada con mis genitales masculinos, fue realizada en el baño de mi casa. Pegué un cartel en la puerta anticipando a los visitantes que se encontrarían con "Mi última menstruación" al entrar. Mantengo esta instalación desde la fecha realizada (27 de abril) hasta mediados de Mayo no sólo para los visitantes sino porque ese espejo representa mi encuentro cotidiano conmigo misma, forzándome a convivir con mi realidad y no huir de ella.